Hoy escribo vaguedades, cosas que son tan profanas y por ello importantes para mí; todavía sigo en esa búsqueda de un trabajo, hay que seguir. Luego tranquilo leyendo miles de cosas pero una que me motiva a escribir y a disiparme de tantas cosas como pasear a buba, engancharme en la enclaustrarte televisión o andar por ahí.
Sonara infantil para algunos, desubicado para muchos de los temas que trato acá pero si me daré mi tiempo de comentar sobre un manga que e ido leyendo de a poco, que pues vi en televisión hace tiempo y cuando termino su primera parte me decía así no puede terminar, hay pues vi el final y lei esos tantos capítulos que faltaban por terminar. El manga al que me refiero es inuyasha, ampliamente difundido y aceptado manga… con un historia que envuelve al mezclar acción con trama histórica y juvenil, si pues ese anime por fin termine de leerlo y solo quería escribir mi parecer, pues eso me pasa cada vez que acabo una novela – porciento no muchas veces leo- mangas hasta libros de ciencias sociales u otros temas, ese vacio que deja la historia que tanto has seguido y que inconscientemente deseas que no termine, no creo ser loco al sentir eso pero eso es el mundo de lo imaginativo; del espacio simbólico que nos da códigos que vamos codificando y que al ya llegar a agotarse nos deja en un limbo que iremos reconstruyendo en nuestro constante imaginar.
Solo me queda continuar, eso sucede en todo aspecto de mi vida… y un manga no es la excepción.
Espacio donde divulgo mis ideas, sean las que sean. Esa es la naturaleza de lo cotiano
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Omerde
ResponderEliminar